sábado, 3 de octubre de 2009

Las Aventuras de Pipi Gorrión - Parte III

Cada día que pasaba Pipi crecía un poquito más, aumentaban de tamaño sus plumas de color marrón y su pico amarillo. Sus patas color piel crecían bastante al igual que sus uñas, que las enganchaba en la toalla que cubría su caja. Al cabo de varias semanas su pico ya no estaba tan amarillo sino color gris amarronado. Al principio creíamos que era un zorzal, por su pico ancho y amarillo ya que en el jardin abundan los zorzales. Pasado un tiempo considerable, ya no teníamos duda de que era un gorrión, principalmente por el tamaño pequeño y el color de su plumaje.

A las cuatro semanas Pipi empezó a comer sola. Le dejabamos un plato chico con pastón de cria y ella se acercaba lentamente a comer. Al igual que con la comida, al principio le dábamos agua en gotero, pero gradualmente fuimos sustituyendo el gotero por un platito con agua de donde ella aprendió a tomar.

Luego de comer, veiamos que Pipi tenia el buche lleno. Deben tener cuidado de no confundir el buche lleno con una miasis, ya que al estar lleno de comida éste se hincha y el bulto se podría confundir con una larva. La clave que marca la diferencia es que luego de un rato, el buche se vacía y ya no hay rastros de él, a diferencia de la larvas.
El buche lleno (como en la foto) es un buen indicador de que ya ha comido suficiente.
Pipi presenta su buche lleno despues de comer

Las heces de Pipi mostraban una consistencia equilibrada ya que había una porción blanca (materia fecal) y otra amarillenta (orina)lo que nos indicó que está ingiriendo una proporción equilibrada de agua y comida.
A medida que fue creciendo veíamos que su comportamiento iba cambiando, no piaba todo el dia como de pequeña sino solamente cuando verdaderamente tenía hambre.

Diariamiente la sacábamos de la caja para que conozca el entorno y camine un poco. Le encantaba explorar todo el cuarto, especialmente curiosear por debajo de la punta de los acolchados. Luego empezó a saltar fuera de la caja y caminar por todos lados, dando pequeños saltos, como si quisiera practicar el vuelo. Le pusimos algunas estructuras de madera bajas para que se parara y saltara al suelo. Estos juegos parecen gustarle mucho, la igual que entrar y salir de la caja.

Gradualmente Pipi tomaba confianza en nosotros. Tomó la costumbre de subirse a nuestros pies y mirarnos desde allí y piar, como si nos estuviera llamando. Estos pajaritos son sumamente ágiles y se mueven con rapidez por todos lados por lo que hay que tener mucho cuidado de no lastimarlos al andar por su territorio.
Una vez que vimos que habia tomado confianza con su entorno dentro de la casa, la llevamos al jardin para que explore la naturaleza. Siempre nos parábamos cerca de ella para cuidarla de cualquier peligro, pero ella no parecía tener miedo porque se iba saltando por debajo de las plantas, picoteando las hormigas que luego no comía. A veces comía unas pequeñas semillas que encontraba y un poco de pasto. Una vez le dimos de probar una lombriz del jardin, pero luego de cortarla en trocitos la dejaba ,al parecer no le gustaban.

Pipi comiendo una lombriz que luego rechazaría

Resumiendo:

  • A medida que crece el pico del gorrión cambia de color de amarillo hacia gris amarronado. En cuanto al tamaño, no crece demasiado ya que es un pájaro pequeño
  • Controlar que las heces tengan una proporción equilibrada de materia fecal y orina.
  • No debemos confundir el buche lleno de un pájaro con una posible miasis. Es importante observarlo luego de alimentarse y verán que se ha llenado.
  • Poco a poco hay que llevar al pájaro al jardin para que busque su propia comida y desarrolle comportamientos propios de su especie, tomando los cuidados necesarios.
  • Durante el tiempo que permanece adentro, es propicio ofrecerle actividades donde pueda entretenerse y ejercitar sus habilidades.

En el próximo y último post veremos:

  • Los primeros vuelos de Pipi
  • Pipi en Libertad!